miércoles, 13 de febrero de 2008

La capacitación: una clave del éxito en las empresas.

De nuevo la pregunta resuena ¿Por qué México no sale adelante? Años van y años vienen con el mismo dilema. La pregunta se acentúa más cuando se habla de materia de Educación. El año 2007 ubica a México en el último lugar de los 30 países que integran la OCDE respecto al aprovechamiento escolar en las áreas de ciencias, lectura y matemáticas, resultado del informe del Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA).

Sorprendente el resultado, pero no es la primera vez que un indicador como PISA nos presenta nuestra realidad. La evaluación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), fue aplicada en 2006 en 57 países a alumnos de 15 años. En México, la prueba la realizaron 30 mil estudiantes: el 77% del primer año de Bachillerato y el otro 33% de tercer grado de secundaria.

De acuerdo a los resultados, en el desempeño de ciencias nuestro país obtuvo 410 puntos, es decir, más abajo que Turquía (424), Grecia (473), y también por atrás de naciones que no pertenecen a la OCDE como lo es Chile (438) y Uruguay (428). Los países que quedaron en primer lugar, en el área de ciencias son: Finlandia con 563 puntos, después se ubica Hong Kong (542), Canadá (534), Taiwán (532), Estonia y Japón (531 cada uno).

Sin embargo, podríamos tener de consuelo, que peores calificaciones que la de los estudiantes mexicanos, las obtuvieron, otros tres países latinoamericanos que no pertenecen a la OCDE como Argentina (391), Brasil (390) y Colombia (388).

De acuerdo a los resultados, la diferencia en el nivel de conocimiento en ciencias entre los estudiantes mexicanos y finlandeses es equivalente a cuatro años de formación. Nos causa controversia saber que México no avanza y mucho menos en Educación, pero acaso ¿ya nos acostumbramos a estos resultados?

Al observar la ventaja tan amplia que han tomado los países orientales en cuanto a su éxito en todas las áreas, han surgido muchas teorías y respuestas que pretenden explicar esta brecha creciente entre los demás países que no sobresalen. Se han manejado puntos de vistas que afirman que este éxito se debe a la instrumentación de su política industrial y económica, pero por otro lado, se afirma más que tiene que ver con sus valores y rasgos culturales.

Sin embargo, suena un poco intransigente afirmar que no es en gran medida por ninguna de las supuestas teorías anteriores, la respuesta más viable a esa incógnita, es aquella que ha señalado la revista inglesa The Economist, en la que se concuerda en que una buena parte de la explicación de este éxito, radica en el énfasis que ponen a la educación estos países.

El éxito tan notorio que en materia de educación tienen países como Japón, Singapur, China, Taiwán y Corea del Sur es utilizado constantemente como ejemplo, al contrastarlo con países más pobres en el resto de Asia y con América Latina. Sin embargo, ahora los últimos resultados de los indicadores de la OCDE, muestran su superioridad inclusive en comparación con países más desarrollados como los Europeos y el mismo Estados Unidos.

Una de las características más sobresalientes de estos países es que han puesto su visión en la educación básica. Sin lugar a dudas, se ha visto que los países emergentes que han invertido más en mejorar la educación primaria, han obtenido mejores resultados económicos que aquellos que han concentrado sus esfuerzos en mejorar la educación universitaria.

Parte de nuestro problema en México no es tanto esto, sino más bien es que no existe la cultura educativa a nivel familiar. Es muy típico encontrar una familia de clase baja en la que los padres han dejado de mandar a sus hijos a la escuela por la escasez de recursos y para que estos ayuden al sostenimiento del hogar. Si ampliamos nuestra visión, en los países asiáticos este fenómeno es casi nulo. La familia pone la educación como su piedra angular, con la creencia de que es el camino al sustento familiar en el futuro. Existe el convencimiento de que todos pueden y deben progresar. No porque son pobres no deben tener el derecho a la educación. Primero sacrifican lo demás, antes de tomar una decisión de retirar a sus hijos de la escuela. Su perspectiva es más amplia y de un mayor horizonte de tiempo.

Pero todo esto, a qué nos lleva, si el título de este artículo es “La Capacitación: una clave del éxito en las empresas”. Por una parte no podemos asociar el término Educación con el de Capacitación, ya que implican connotaciones diferentes, y aquí vemos la realidad anterior: si no existe una cultura educativa a nivel familiar, será difícil rescatarla en un ambiente empresarial. De acuerdo a la vida actual del mundo empresarial, el termino Educación debe ser inherente al mismo trabajo y se presupone que los trabajadores no solo lo saben, sino que lo dominan.

Pero que pasa, si no es así. Las empresas recurren a la capacitación para resolver este problema, pues tienen tan ligado que Capacitación y Educación son lo mismo. Si tenemos el entendido que las Empresas juegan estratégicamente el rol más importante en la vida económica de un país, podría decirse que son un pilar en gran medida del éxito de los países. Si analizamos que el punto de partida es la Educación y esta se relaciona con el concepto de Capacitación, es ahí donde caemos en el error. Como manejaba anteriormente en la actualidad la Capacitación de los recursos humanos es la respuesta a la necesidad que tienen las empresas o instituciones de contar con un personal calificado y productivo.

Como empresa se debe estar conciente de que Educación y Capacitación no es lo mismo, de ahí la raíz del mal y de nuevo la misma interrogante de ¿Por qué México no avanza? No se debe de encasillar la Capacitación, sólo como la necesidad de la empresa de tener personal calificado y productivo, más bien se debe de orientar la Capacitación como el instrumento que tiene la Empresa para Educar a su personal. Para las empresas u organizaciones, la capacitación de recursos humanos en el entendido de traducirla como medio de la Educación, debe ser de vital importancia porque contribuye al desarrollo personal y profesional de los individuos a la vez que redunda en beneficios para la empresa y sobre todo para una país.
 Por tanto, si una empresa mantiene a la Capacitación como flujo sanguíneo de su vida empresarial, habrá entendido y compartirá la experiencia familiar de Educación Asiática de la que he hablado en los párrafos anteriores, ya que la capacitación a todos los niveles constituye una de las mejores inversiones en Recursos Humanos y una de las principales fuentes de bienestar para el personal y la organización.

Pero en concreto, ¿cuál es el beneficio tangible de la Capacitación en la Empresa? Por mencionar sólo algunos beneficios se puede afirmar que conduce a rentabilidad más alta, actitudes más positivas, promueve la comunicación a toda la organización, agiliza la toma de decisiones, la solución de problemas, contribuye a la formación de líderes y dirigentes, ayuda al individuo para la toma de decisiones y solución de problemas, alimenta la confianza, la posición asertiva y el desarrollo, contribuye positivamente en el manejo de conflictos y tensiones, forja líderes, mejora las aptitudes comunicativas, sube el nivel de satisfacción con el puesto, permite el logro de metas individuales, desarrolla un sentido de progreso en muchos campos y sobre todo elimina los temores a la incompetencia o la ignorancia individual, entre otras más.

Si notamos los beneficios de la Capacitación, no debemos dejarla a un lado de los proyectos empresariales, y no sólo encasillarla en el ámbito de la técnica, sino hacerla trascender a un tri-dimensión integral que englobe lo académico, técnico y el desarrollo humano. Comprendido este binomio Capacitación-Educación, aseguraremos gran parte del éxito en la empresas y no sólo quedaremos expectantes a la pregunta de ¿Por qué México no avanza?

Autor: Ricardo Prudlent'e rabidavy@yahoo.com.mx