Si los ingenieros pudieran pensar en la gente como si fueran robots, les darían a hacer trabajo más humano. - Howard Rosenbrock, Profesor Emérito de Ingeniería de Control, Instituto de Ciencia y Tecnología, Universidad de Manchester.
En su artículo, “Los ingenieros y el Trabajo que la Gente Hace”, Howard Rosenbrock describe un posible problema de diseño relacionado con la mecanización de una tarea en una fábrica de focos. La tarea implica levantar una pequeña pieza de alambre y colocarla dentro de una bobina. Para mecanizar esta tarea, un ingeniero podría intentar diseñar un aparato, pero puesto que el diseño y la manufactura de esa máquina son relativamente caros, otro ingeniero podría sugerir en cambo el uso de un robot relativamente barato. Si los ingenieros decidieran usar el robot, tratarían de reorganizar el proceso de producción para aprovecharlo más eficaz y ampliamente, asignándole tareas en el proceso de producción. Su sentido de la práctica del buen diseño se vería ofendido si las capacidades de un aparato altamente avanzado no se utilizaran tan completamente como fuera posible.
En aguijón en esta historia es que, antes de su mecanización, la tarea sencilla de la que habamos era realizada por un ser humano. Cada cuatro y medio segundos, usando pinzas, una mujer seleccionaba la pieza de alambre de una caja con piezas de longitud a la medida y la colocaba en la bobina de un foco. La paradoja aquí es impresionante: los ingenieros se preocupan por hacer más eficiente el uso del robot al mecanizar esta tarea, pero no sienten la una necesidad semejante de hacer mejor uso de los talentos, destrezas y habilidades disponibles del trabajador humano.